Santiago de Chile -

5 de julio de 2010

  • 'Obviamente que la propuesta requiere de un mayor análisis', dijo Luis Almagro
El canciller argentino (i) el presidente uruguayo (c) y el 
canciller uruguayo en Montevideo. | EfeUruguay recibió positivamente la propuesta argentina para poner en marcha las medidas de control ambiental en el río Uruguay, si bien decidió tomarse un tiempo para analizar su contenido y dar una respuesta para poner punto final al conflicto desatado por la instalación de una planta papelera.
La propuesta argentina, de cuyo contenido no trascendió ninguna información, fue presentada por el flamante canciller argentino, Héctor
Timerman, a su par uruguayo, Luis Almagro, en una reunión que ambos políticos mantuvieron en Montevideo y a la que también acudieron el presidente y el vicepresidente de Uruguay, José Mujica y Danilo Astori, respectivamente.
"Obviamente que la propuesta requiere de un mayor análisis, pero la consideramos positiva desde todo punto de vista. Igualmente quedan posteriores instancias para analizarla y dar una respuesta elaborada o contrapropuesta con agregados la próxima semana", afirmó tras la reunión el canciller Almagro en una rueda de prensa.
Ambos ministros fueron renuentes a la hora de explicar el contenido de ese plan, del que se limitaron a decir que está basado en "la ciencia" y en el interés de resolver el contencioso bilateral "lo antes posible".
"Estimamos que no es pertinente a estas alturas que la propuesta cobre conocimiento público, sin primero elaborar sobre ella y tener la posibilidad de presentar nuestra propuesta con los agregados necesarios, en función de las garantías medio ambientales que Uruguay quiere dar a las aguas", enfatizó Almagro.
Por su parte, Timerman consideró al plan argentino como "un trabajo serio y profundo", si bien dejó abierta la puerta para todos "los comentarios y propuestas" que Uruguay quiera hacer para "mejorarla o llevarla adelante".
"Desde nuestro punto de vista, estamos abiertos a un monitoreo total, amplio y absoluto del río Uruguay en ambas orillas y con todas las garantías que todos tenemos que tener para cuidar el medio ambiente", señaló el diplomático.
Además, ambos políticos se refirieron a la posible invitación a Brasil para que participe en el control ambiental del río, frontera natural entre Argentina y Uruguay, pero que también discurre por el interior del país carioca.
Tanto Timerman como Almagro apuntaron que la invitación a Brasil es una decisión que atañe solo a los presidentes y que todas las propuestas que se manejan en las cancillerías no tienen referencia a esa posible incorporación.
"Nosotros hemos llevado adelante la resolución del Tribunal de la Haya. Si ahora se agrega otro país es algo que decidirán en otra reunión los presidentes Mujica y Fernández", explicó Timerman.
La instalación de una planta papelera de la empresa Botnia (hoy UPM) en la ribera uruguaya del río desató en 2006 el mayor conflicto bilateral entre ambos países, que se agravó después de que un grupo de ambientalistas argentinos decidiera bloquear el principal cruce fronterizo común como medida de protesta.
Esta situación derivó en sendas denuncias ante el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya, que a principios de este año sentenció que si bien Uruguay violó el tratado que regula el uso común del río, la planta papelera no contamina y no debe ser trasladada a otro lugar.
Además, pidió que ambos países retomaran los mecanismos de control conjunto del río abandonados durante la crisis.
Tras varios encuentros entre el presidente Mujica y la argentina Cristina Fernández, y después de la decisión del gobierno de Buenos Aires de denunciar penalmente a los ambientalista que seguían cortando la ruta, éstos decidieron levantar el bloqueo por 60 días a la espera de que se establezcan las medidas de control ambiental del río exigidas por el Tribunal.
"Estamos dispuestos a tener una solución lo antes posible, pero siempre que Uruguay este cómoda y que su participación sea posible", afirmó el canciller argentino.