En 2012 habrá un total de 1.100 nuevos autobuses circulando por El Cairo
Las autoridades esperan que disminuyan los microbuses o furgonetas privadas
La capital egipcia emite 13 millones de toneladas de C02 al año
Cada día hay alrededor de 20 millones de desplazamientos de vehículosCon un llamativo color rojo, los 200 primeros autobuses de gas natural acaban de tomar las calles de El Cairo, una megalópolis de tráfico enfurecido en la que el transporte público se ha caracterizado siempre por el bullicio y el desorden.
"Antes el autobús no era cómodo, pero ahora cuenta con una moderna tecnología y es nuevo. No pido nada más", explica Mustafa Ali, un conductor con 26 años de experiencia al volante en el organismo municipal de transportes de El Cairo.
Es mediodía y Mustafa hace la ruta con una veintena de pasajeros a bordo. "En Egipto hay mucha gente que usa el autobús, aunque hoy no hay demasiada porque los escolares y los universitarios están ya de vacaciones", añade.
El 'Mercedes' de Mustafa conserva aún el brillo inmaculado del estreno, aunque en su interior aparece adornado con coloridas flores artificiales que se extienden por el techo y peluches que llenan el salpicadero.
"Yo mismo me he encargado de la decoración", dice orgulloso Mustafa mientras recorre con la vista su cabina, cubierta por una tela azul con estampado de estrellas rojas y rematada por borlas blancas. Y agrega: "me gusta cuidar mi autobús. El anterior pasó conmigo seis años y lo dejé limpio".
20 millones de desplazamientos diarios.
El vehículo recorre despacio las calles de la capital egipcia, que concentra la mitad del parque automovilístico del país y en la que tienen lugar 20 millones de desplazamientos diarios con unas emisiones de dióxido de carbono que alcanzan los 13 millones de toneladas al año, según datos del Banco Mundial.
Durante el trayecto, las puertas permanecen abiertas y los usuarios van subiendo sin que el autobús llegue nunca a detenerse.
A pesar del ímpetu renovador con el que han tomado las calles, los relucientes autobuses aún conservan algunas de las características de sus destartalados predecesores, y por el interior de estos modernos autocares también pululan vendedores que ofrecen a los viajeros desde pañuelos hasta pegamento.
"Pega cualquier cosa. No te digo que compres, sólo te digo que pruebes. Si tienes cualquier cosa rota te la puedo pegar ahora mismo, sólo por una libra", grita uno de los comerciantes mientras atraviesa el pasillo.
Una flota muy envejecida
Cuando el proyecto de reforma concluya en 2012, 1.100 nuevos autobuses circularán por El Cairo con el objetivo de renovar una flota envejecida y reducir el número de accidentes causados, entre otros motivos, por el mal estado de conservación del transporte público.
El gobernador de El Cairo, Abdelazim Wazir, también confía en que con los autocares disminuyan los microbuses o furgonetas privadas que, a su juicio, "promueven la anarquía" y que se han granjeado la fama de ser "los diablos del asfalto".
El billete del nuevo transporte cuesta una libra egipcia (17 céntimos de dólar), aunque el precio será mayor en los autobuses con aire acondicionado, diseñados para incentivar su uso entre "una clase media" aficionada al vehículo privado.
"Tenemos categorías distintas: hay gente que paga una libra, otros toman el de 50 piastras (media libra) y los que pueden pagar más de una libra usarán el autobús con aire condicionado", explica Mustafa, quien no da detalles sobre el precio que se cobrará en los vehículos climatizados.
El conductor lo tiene claro: "este autocar es mucho mejor que el viejo, así que ahora puedo trabajar tranquilamente ocho, diez o más horas".
Los clientes también parecen estar satisfechos, como es el caso de Eleshaa, un joven egipcio que opina que "son más cómodos, limpios y avanzados que los viejos".
Sin embargo, el encargado de vender los billetes, sentado en un cubo junto al conductor, insiste: "para que sigan estando limpios, los clientes nos tienen que ayudar".
Polémica futbolística por el color rojo
En cartas al director publicadas en la prensa local, los usuarios también ensalzan las cualidades de los autobuses de "aspecto lujoso y confortable" y no olvidan ningún detalle. "Hasta las escaleras son más accesibles para las personas mayores", escribe un lector.
La irrupción del autobús en las concurridas calles cairotas no sólo no ha dejado indiferente a nadie, sino que además su color ha suscitado la polémica entre los seguidores de los dos equipos de fútbol de la ciudad, Zamalek y Al Ahly, pues el rojo identifica a estos últimos.
"Soy del Ahly y me gusta que el autobús sea rojo y los que se enfadan que se enfaden, qué le vamos hacer a los del Zamalek", dice Eleshaa.